Hoy celebramos el día internacional de la mujer, y hoy quiero visibilizar a aquellas mujeres con discapacidad quienes son un sector doblemente vulnerable, pues además de luchar con aquellas barreras de género, también deben lidiar con las barreras predispuestas a las personas con discapacidad, lo que las hace tener mayor vulnerabilidad a violencia por motivos de género, abusos sexuales, abandono, malos tratos y explotación.
Entendemos como discriminación a la violación de los derechos humanos de una persona, que pueden tener como implicación daños psicológicos, físicos, sexuales, económicos o privación arbitraria de su libertad.
De aquí la necesidad de nosotros como familiares de proteger y empoderar a las mujeres con discapacidad, informando y asesorando como prevención de violencia; además de enseñar sobre ejercer sus derechos a fin de que puedan participar plenamente en la sociedad.
Cifras alarmantes:
- El 65% de las mujeres con discapacidad intelectual sufre abusos en su vida.
- Más de la mitad de las mujeres con discapacidad han sufrido abusos físicos (ONU 2006)
- Casi el 80% de las mujeres con discapacidad son víctimas de la violencia y corren un riesgo cuatro veces mayor que el resto de las mujeres de sufrir violencia sexual
- Alrededor del 60% de la población mundial con discapacidad son mujeres.
Las dificultades a las que se enfrenta una mujer con discapacidad son: la falta de acceso a una vivienda adecuada, servicios de salud, educación, formación profesional, empleo, desigualdad en la contratación, remuneración igualitaria y pocas posibilidades de ascensos.
¿Cómo podemos actuar para apoyar a la mujer?
Cada uno de nosotros en la sociedad y en la participación familiar podemos aportar y contribuir en el reconocimiento individual de la mujer con discapacidad.
Es importante en casa tenerles un trato igualitario sin guiarnos por una cuestión de género. Alentar su aprendizaje y desarrollo en búsqueda de su independencia. Desde pequeñas es importante hablar y explicar sobre su cuidado, sobre lo importante de pedir ayuda, el reconocer cuando algo no está bien y sobre la importancia de hacer valer su integridad y exigir respeto de las personas que la rodean.
La sobreprotección familiar, la desconfianza en sus capacidades y el desempeño de un rol dentro de la familia (por ejemplo como cuidadora o ayudante en casas), impide visibilizar otras metas en su vida.
Lo cierto es que aún son muchos cambios los que hacen falta pero también hoy día existen mayor información y ejemplos de mujeres que están haciendo cambios sociales para visibilizar las posibilidades de mejorar la calidad de vida de mujeres con discapacidad y que han logrado gracias al apoyo familiar.